Se ha comprobado que existe una intima conexión entre el sistema nervioso y el gastrointestinal lo que sugiere que el estado de de la microbiota afecta la salud mental.
Esto significa que la composición de la microbiota intestinal puede afectar la fisiología y el estado inflamatorio del sistema nervioso central, dando lugar a enfermedades psiquiátricas graves y cada vez más presentes en la población a nivel mundial como son los trastornos de ansiedad y depresión.
¿Por qué es importante la microbiota intestinal?
Imagínate que la microbiota contiene cerca de 38 billones de organismos o bacterias en comparación con los 30 billones de células que componen nuestro cuerpo.
De ahí la importancia de cuidar de la calidad de nuestro microbiota, hay un hecho preocupante y es que el 70% de las calorías que se encuentran en un supermercado provienen de tres ingredientes: maíz, trigo y soya y lo peor es que en un 90% se trata de productos ultra procesados.
Entonces si a un mundo post pandemia en el que reinan las enfermedades mentales le sumamos oro factor como es la mala calidad de la microbiota estamos ante una nueva epidemia de salud mental.
¿Cómo cuidar la salud de nuestra microbiota?
La variedad en la alimentación es la clave, deberíamos consumir gran variedad de vegetales, frutas, semillas, nueces, hierbas, hongos, legumbres y granos enteros, es decir comida real, natural y con el menor proceso posible.
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A mayor variedad mejor microbioma, la sugerencia es consumir al menos 30 variedades distintas de plantas en una semana ¿te parece difícil? no lo es, el secreto es la comida real.
Los alimentos naturales son ricos en diversas variedades de fibra, la fibra aporta saciedad y cada alimento de los mencionados alimenta a un tipo diferente de bacterias intestinales.
Asi que esta sugerencia de consumir la mayor cantidad y variedad de plantas, va a optimizar y a mejorar notablemente la variedad y calidad de tus bacterias intestinales.
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¿Cómo saber si tu microbiota es saludable?
Es una pregunta fundamental dadas las condiciones actuales, en estados Unidos el 60% de las calorías consumidas por los adultos y el 70% en los niños, provienen de productos ultra procesados.
Este desbalance entre el consumo de comida procesada y real da lugar a un fenómeno conocido como disbiosis que se manifiesta en una microbiota inflamatoria, causante de depresión y ansiedad, falta de concentración y disminución de la eficiencia intelectual.
Los síntomas evidentes y visibles que te pueden dar la alarma son lo trastornos digestivos, intestino permeable, alergias, condiciones autoinmunes, la obesidad, los trastornos metabólicos y hormonales, las enfermedades cardiovasculares y un largo etcétera….
Cabe destacar un bajo nivel de energía pues existe evidencia abrumadora de que es un indicativo y un efecto de la inflamación.
La diversidad en el ejercicio también es relevante
Al parecer la palabra clave para la salud de la microbiota es variedad, implementar diferentes tipo de ejercicio favorece también la calidad de tu flora intestinal.
El ejercicio juega un papel fundamental para aprovechar mejor la fibra alimenticia en el intestino para que se transformen en ácidos grasos de cadena corta, las sustancias más antiinflamatorias que existen.
Estos ácidos grasos pasan al torrente sanguíneo y viajan hasta el cerebro y atraviesan la barrera hematoencefálica, ya sabes que el cerebro está compuesto de grasa en un alto porcentaje por tanto los ácidos grasos son la mejor fuente de energía para nuestra torre de control.
Un dato curioso:
En un estudio realizado en humanos se les inyectaron pequeñas dosis de la bacteria E-coli para recrear el daño intestinal derivado de una disbiosis y ver los efectos físicos y emocionales de eta inoculación.
Pues bien, además del efecto inflamatorio y los síntomas intestinales ya mencionados, se observo una clara afectación al estado de ánimo y algo que llamó la atención de los investigadores fue la tendencia de los sujetos de estudio a aislarse socialmente.
La explicación es totalmente evolutiva, un individuo enfermo y con alta probabilidad de ser un foco de infección tiende a aislarse como protección instintiva de su tribu.
Entonces acá encontramos otra causa de cómo la microbiota afecta la salud mental, ya que si se encuentra desequilibrada o con presencia de bacterias invasoras, gracias a los malos hábitos, la reacción instintiva es el aislamiento social que termina afectando negativamente la ansiedad y la depresión.
Conclusiones:
Una vez más queda comprobado que todo en nuestro cuerpo está relacionado con el estilo de vida, con nuestro hábitos de alimentación, ejercicio, sueño, control de estrés y relaciones.
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