La vida es un mosaico de experiencias que hacen de la existencia una aventura, disfrutar de los pequeños placeres de la vida es de sabios, no se requiere mucho dinero, ni disponer de tiempo libre en abundancia, tampoco de mayor planificación.
Sólo necesitas estar dispuesto a extraer de la vida los momentos que valen la pena, a planear instantes placenteros.
Escaparte de la rutina también exige disciplina y voluntad, muchas veces nos encerramos tanto en las obligaciones y deberes, en el cumplimiento de lo “importante” que nos condenamos a una vida rutinaria, gris, aburrida y sin placer.
Priorizamos el trabajo sobre el ocio, el descanso pasivo sobre la diversión, la comodidad de lo cotidiano sobre lo excitante de una pequeña aventura.
Insisto que no necesariamente deben ser grandes placeres, viajes de más de una semana, enormes presupuestos o gastos no programados.
¿Qué sería de la vida sin sus pequeños placeres?
Una cena casera con un menú especial, una reunión de amigos para conversar y tomar un café o un vino, cocinar en grupo o en pareja, un picnic el domingo en el parque cerca de casa, elevar cometas, escuchar música, ir a jugar bingo o al cine.
O qué tal agendar un día especial al mes para probar un restaurante distinto, visitar un museo, conocer las bibliotecas de tu ciudad, asistir a eventos culturales gratuitos, ir a teatro…
O unas clases de danza, pintura, teatro, música, yoga, escultura, alfarería… las opciones sólo están ilimitadas a tu nivel de energía y a tus ganas de vivir
En fin la lista es enorme pero también las excusas.
Te dejas atrapar por la rutina, te vas encerrando y perdiendo las ganas, el aburrimiento, el encierro, la soledad auto impuesta y la falta de planes, son hábitos que podemos cambiar.
Es claro que te va a costar un poco de esfuerzo salir de la costumbre y comenzar a explorar todas esas pequeñas oportunidades que se nos ofrecen para exprimir de la vida todo el gozo, la alegría y el placer de estar vivos y en capacidad de vivir plenamente.
De eso se trata este tema, porque la vida no es sólo rigor y exigencia, y que tenemos que vivirla es un hecho.
Prometo escribir más artículos con este tópico asi exploraremos ideas de actividades divertidas, enriquecedoras, gratificantes y felices que podemos hacer con mucho, poco o ningún presupuesto.
Ya verás como poco a poco aprendemos a hacer limonada con nuestros limones y hasta disfrutaremos poniéndole un traguito de vez en cuando.
Nos vemos pronto.
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